El té, que en realidad es una planta arbórea, se mantiene a una altura de
unos 80 - 100 cm para su cultivo óptimo recortándolo regularmente hasta darle
forma de arbusto. El té pertenece al género Camellia. Este arbusto de hoja
perenne tiene hojas oscuras, dentadas y coriáceas.
La flor es de color
blanco a rosa, el fruto es pequeño con una cáscara dura, similar a una avellana.
Hoy en día, la propagación rara vez es por semillas, sino vegetativamente: los
esquejes se toman de arbustos madre de alto rendimiento.