Vidrio
Noble, puro y transparente. El cristal se ha convertido en un elemento de
estilo y su uso va en aumento. Para la fabricación de vidrio se funde una mezcla
de dióxido de silicio, boróxido, óxido de sodio, óxido de potasio y óxido de
aluminio en tanques calentados eléctricamente o con gas a una temperatura de
aproximadamente 1.650 °C. El vidrio recibe su forma final en moldes de acero en
máquinas rotativas de soplado, generalmente de 12 a 24 estaciones, hasta que
finalmente son enfriados en un proceso controlado. El resultado son artículos de
vidrio rotativamente simétricos, prácticamente libres de tensiones, que se
utilizan como vasos y copas.
Con respecto a las formas más complicadas,
como las teteras, se necesitan procesos adicionales, principalmente manuales. El
artesano toma un poco de vidrio líquido del tanque con un tubo especial y le da
forma en el cuerpo del vidrio. Las asas están formadas por el mismo método y
luego se fijan al cuerpo. Este proceso, que requiere una gran habilidad y mucha
práctica, sólo es ofrecido por unos pocos productores de vidrio. Debido a que el
calentamiento selectivo causa tensión en el vidrio, las ollas se calientan de
nuevo a aproximadamente 600 °C y luego se enfrían uniformemente. Completas con
tapa y filtro de cristal, estas teteras se ofrecen en diferentes formas y
tamaños en tiendas especializadas.
Nuestros vidrios de borosilicato (p.
ej. Vaso de tendencia Jena) garantizan una resistencia al calor de al menos 150
°C y permiten su uso en cualquier fuente de calor (eléctricas, de cerámica, de
gas, etc.), siempre y cuando estén llenas de un líquido. Los artículos son aptos
para lavavajillas y microondas. La superficie muy lisa y neutra es fácil de
limpiar, lo que hace que estos vidrios también sean ideales para personas
alérgicas.